Sergio Fernández cuelga las botas

Pretemporada. Foto: @AndreaF1992

Fue el primer fichaje del Sporting para la temporada 2012-2013, un refuerzo para el centro de la zaga rojiblanca con gran experiencia en el fútbol español y con pasado sportinguista. Sin embargo, Sergio Fernández apenas ha podido jugar en su segunda etapa en el Sporting. Las continuas lesiones musculares han lastrado a un central que se presumía titular en la defensa asturiana y le han llevado a tomar una dolorosa decisión: Retirarse del fútbol profesional.

Llegó a la Escuela de Fútbol de Mareo el 28 de junio para ser presentado como nuevo jugador del Sporting de Gijón. El central asturiano volvía a su equipo tras su paso por el Celta, el Zaragoza y el Osasuna. Firmaba por dos temporadas y en su presentación aseguraba que no venía con la intención de retirarse. Llegaba con la ilusión de un chaval ante un proyecto, el regreso a Primera División, que supondría el broche perfecto a su carrera futbolística y así lo explicaba a los medios: «Sólo pido a la temporada que el Sporting vuelva a Primera División y nada a nivel particular».

Sin embargo, las roturas fibrilares tan sólo han dejado a Sergio Fernández disputar un partido con el Sporting esta temporada: ante el Numancia, en la primera jornada liguera. El avilesino acabó con molestias ese encuentro y ya no volvió a recuperarse totalmente. Cada vez que superaba una lesión y se reincorporaba al trabajo con el resto del equipo, las molestias volvían, por lo que, finalmente, Sergio decidió poner punto y final a su carrera. «Parecía que me recuperaba, pero volvía a lesionarme con el primer entrenamiento y ya no tuve fuerzas después de tantos años... », explicaba el central en la rueda de prensa que ofrecía el lunes en El Molinón.

El defensa asturiano anunció su retirada el pasado domingo, a través de la página web del club, pero la decisión ya la había tomado la semana anterior, algo que sólo Manolo Sánchez Murias sabía. Aunque Sergio Fernández aclaró que la destitución del entrenador no influyó: «Que él no siguiera no tuvo nada que ver, porque la decisión ya la tenía tomada de antemano; la había tomado la pasada semana, pero no quise que estuviera por delante o se entrecruzara con los partidos de Liga y de Copa, por eso esperé a dar la noticia».

Foto: @AndreaF1992

Como un auténtico caballero del fútbol y con la misma humildad con la que llegó a Gijón se despedía Sergio Fernández: «Vine a aportar y como veo que no puedo hacerlo, creo que lo mejor para todos es que ponga fin a mi carrera. Podía haber tirado así hasta junio, en la enfermería, pero no tendría sentido para mí».

Emocionado, el zaguero asturiano quiso también dar las gracias «al club por confiar en mí, a los compañeros, a los médicos, que me aguantaron, y a mi mujer, que ha sido siempre mi gran soporte».

A sus treinta y cinco años y tras diecisiete como futbolista profesional, Sergio Fernández deja el fútbol profesional, al menos como jugador. Ahora su único objetivo es «desconectar totalmente, desaparecer y ser una persona anónima», como explicaba en una entrevista concedida a El Comercio.