La segunda salida del Sporting ha llegado sólo cinco días
después de que Juan Pablo confirmara su marcha. Siete temporadas y más de un
centenar de partidos después, Mate Bilic se despide del equipo asturiano. El
próximo 30 de junio finalizará su contrato con la entidad rojiblanca, que no
contempló la opción de prolongar la estancia del delantero balcánico. Al igual
que el guardameta leonés, Bilic se despedía del conjunto rojiblanco por medio
de unas líneas que publicaba la web oficial del club:
Llegó al Sporting por primera vez en el mercado de verano del año 2003, cedido por el Zaragoza. El croata ya sabía lo que era jugar en Primera División, pues jugó con el equipo maño durante la temporada 01-02- donde coincidió con David Villa-, pero afrontaba con ilusión el reto de devolver al Sporting a la elite. Bajo las órdenes de Marcelino García Toral, el delantero de Split disputó cuarenta y un encuentros y marcó quince tantos que le convirtieron en el máximo goleador del equipo. Los rojiblancos, sin embargo, se quedaron a las puertas del ascenso, que se le escapó a falta de ocho jornadas para el final de la liga.
Al término de esa temporada, fue traspasado por el Zaragoza al Córdoba, después de dos temporadas de cesiones. De ahí pasó al Lleida y, finalmente, al Rapid de Viena, donde estuvo una campaña y media. Mientras tanto, el Sporting, que se había puesto bajo el mando de Manolo Preciado, luchaba por volver a Primera División.
Llegó el mes de diciembre del 2007, el equipo gijonés estaba en la tercera posición de la tabla, con treinta y un puntos, pero le faltaba gol. Así que recurrió al mercado de invierno para reforzar el ataque rojiblanco. La negociación con el Rapid de Viena fue larga, pero finalmente se logró el objetivo: Mate Bilic regresaba a Gijón, después de lograr la carta de libertad con el club austriaco. En el primer partido del año 2008, el ariete de Split volvía a vestir la elástica rojiblanca. Ese año, el croata jugó veintidós partidos y anotó diez goles. Su último tanto, quizá el más especial, pues contribuyó a darle la victoria al Sporting en el partido del ascenso ante el Eibar.
Después de diez años, el conjunto asturiano retornaba a la ‘Liga de las estrellas’. La temporada 08-09 fue la más prolífica en Primera División para Mate Bilic. Anotó doce goles y jugó treinta y siete partidos, veintidós de ellos como titular. Su mejor partido probablemente fuera el Sevilla 4- Sporting 3, en el que el croata logró su primer hat trick en las filas rojiblancas.
Su mejor año llegaría, sin duda, una campaña después. En octubre del 2009 llegaba su primera convocatoria con la selección absoluta de Croacia, una llamada que, como confesó el propio Bilic, le pilló desprevenido, pues no se la esperaba. Debutó con el combinado balcánico en un partido amistoso ante Liechtenstein y anotó dos goles del contundente 5-0 con el que finalizó el juego. Su estreno oficial llegó una semana después, en un partido de Clasificación para el Mundial de Sudáfrica. De vuelta en la liga española, Bilic disputó aquella temporada treinta y un partidos con el Sporting y anotó cinco goles.
Sin embargo, su protagonismo en el equipo asturiano fue decayendo paulatinamente las siguientes temporadas. En la campaña 10-11 sólo jugó dieciocho partidos, dejando por primera vez en muchos años su casillero de goles vacío. Esta situación llevó al ariete balcánico a plantearse una salida del Sporting en el verano del 2011, aunque finalmente se quedó en Gijón.
La temporada 11-12 no trajo mejor fortuna para Bilic, ni en el plano colectivo, por el descenso a Segunda División, ni en el plano personal: Veinte partidos disputados, uno de ellos como titular, y cuatro goles anotados. Su último gol en Primera División lo marcó en Cornellá- El Prat, ante el Espanyol.
De nuevo en Segunda División y bajo la dirección de Manolo Sánchez Murias y Sandoval, que se hizo cargo del equipo en octubre, Bilic recuperó el protagonismo perdido a base de esfuerzo y, sobre todo, de goles. El ariete balcánico jugó treinta y dos partidos en los que batió la portería contraria en once ocasiones. Junto a David Rodríguez, ha sido el máximo goleador de un Sporting que tuvo que conformarse con la décima posición en la tabla.
Volverá a Gijón
El Sporting luchará de nuevo por el ascenso la próxima temporada, aunque esta vez lo
hará sin el ‘9’ croata sobre el césped de El
Molinón. Siete temporadas dan para mucho y Mate Bilic ha sabido aprovecharlas.
Sacrificio, lucha, constancia y un buen olfato goleador hacen del delantero
balcánico un jugador querido en Gijón, un cariño que se ha ganado a pulso sobre
los terrenos de juego.
Su futuro aún está en el aire, pero el futbolista de Split maneja varias ofertas, tanto de la liga española, como del extranjero. En los últimos días ha sonado con fuerza para el Córdoba, aunque por el momento se trata sólo de un rumor. Por ahora sólo piensa en disfrutar de sus vacaciones con su familia y desconectar del fútbol por unos días.
Bilic se despide del Sporting y de Gijón, pero ya ha avisado que no se trata de un adiós para siempre y que algún día quiere volver. «Aquí me he sentido como uno de vosotros, es mi segunda casa. Y, esté o no esté aquí, voy a venir con frecuencia a Gijón e intentaré quedarme mucho tiempo».
Se hará extraño no ver al croata dejándose la piel en cada partido o celebrando goles en El Molinón; no escuchar su particular acento croata en las ruedas de prensa; ver un nombre distinto sobre el dorsal número 9. Se te echará de menos, Mate Bilic.
Mi gratitud a la afición, dirigentes, técnicos, compañeros y empleados del Real Sporting. No olvidaré nunca mi paso por El Molinón. Han sido los años más felices de mi vida deportiva. Nos vemos pronto por Gijón. Muchísimas gracias. Hvala.Atrás quedan unos números redondos del futbolista de Split: 207 partidos disputados con la camiseta del Sporting, 106 de ellos en Primera División, 59 goles y un ascenso a la elite del fútbol español en dos etapas como rojiblanco. Siete campañas en Gijón que quedarán en el recuerdo del ariete balcánico, una ciudad de la que se lleva el cariño de toda una afición. Sin olvidar que sus dos hijos, Karla y Marko, son gijoneses de nacimiento.
Llegó al Sporting por primera vez en el mercado de verano del año 2003, cedido por el Zaragoza. El croata ya sabía lo que era jugar en Primera División, pues jugó con el equipo maño durante la temporada 01-02- donde coincidió con David Villa-, pero afrontaba con ilusión el reto de devolver al Sporting a la elite. Bajo las órdenes de Marcelino García Toral, el delantero de Split disputó cuarenta y un encuentros y marcó quince tantos que le convirtieron en el máximo goleador del equipo. Los rojiblancos, sin embargo, se quedaron a las puertas del ascenso, que se le escapó a falta de ocho jornadas para el final de la liga.
Al término de esa temporada, fue traspasado por el Zaragoza al Córdoba, después de dos temporadas de cesiones. De ahí pasó al Lleida y, finalmente, al Rapid de Viena, donde estuvo una campaña y media. Mientras tanto, el Sporting, que se había puesto bajo el mando de Manolo Preciado, luchaba por volver a Primera División.
Llegó el mes de diciembre del 2007, el equipo gijonés estaba en la tercera posición de la tabla, con treinta y un puntos, pero le faltaba gol. Así que recurrió al mercado de invierno para reforzar el ataque rojiblanco. La negociación con el Rapid de Viena fue larga, pero finalmente se logró el objetivo: Mate Bilic regresaba a Gijón, después de lograr la carta de libertad con el club austriaco. En el primer partido del año 2008, el ariete de Split volvía a vestir la elástica rojiblanca. Ese año, el croata jugó veintidós partidos y anotó diez goles. Su último tanto, quizá el más especial, pues contribuyó a darle la victoria al Sporting en el partido del ascenso ante el Eibar.
Después de diez años, el conjunto asturiano retornaba a la ‘Liga de las estrellas’. La temporada 08-09 fue la más prolífica en Primera División para Mate Bilic. Anotó doce goles y jugó treinta y siete partidos, veintidós de ellos como titular. Su mejor partido probablemente fuera el Sevilla 4- Sporting 3, en el que el croata logró su primer hat trick en las filas rojiblancas.
Su mejor año llegaría, sin duda, una campaña después. En octubre del 2009 llegaba su primera convocatoria con la selección absoluta de Croacia, una llamada que, como confesó el propio Bilic, le pilló desprevenido, pues no se la esperaba. Debutó con el combinado balcánico en un partido amistoso ante Liechtenstein y anotó dos goles del contundente 5-0 con el que finalizó el juego. Su estreno oficial llegó una semana después, en un partido de Clasificación para el Mundial de Sudáfrica. De vuelta en la liga española, Bilic disputó aquella temporada treinta y un partidos con el Sporting y anotó cinco goles.
Sin embargo, su protagonismo en el equipo asturiano fue decayendo paulatinamente las siguientes temporadas. En la campaña 10-11 sólo jugó dieciocho partidos, dejando por primera vez en muchos años su casillero de goles vacío. Esta situación llevó al ariete balcánico a plantearse una salida del Sporting en el verano del 2011, aunque finalmente se quedó en Gijón.
La temporada 11-12 no trajo mejor fortuna para Bilic, ni en el plano colectivo, por el descenso a Segunda División, ni en el plano personal: Veinte partidos disputados, uno de ellos como titular, y cuatro goles anotados. Su último gol en Primera División lo marcó en Cornellá- El Prat, ante el Espanyol.
De nuevo en Segunda División y bajo la dirección de Manolo Sánchez Murias y Sandoval, que se hizo cargo del equipo en octubre, Bilic recuperó el protagonismo perdido a base de esfuerzo y, sobre todo, de goles. El ariete balcánico jugó treinta y dos partidos en los que batió la portería contraria en once ocasiones. Junto a David Rodríguez, ha sido el máximo goleador de un Sporting que tuvo que conformarse con la décima posición en la tabla.
Volverá a Gijón
El Sporting luchará de nuevo por el ascenso la próxima temporada, aunque esta vez lo
Foto: @AndreaF1992 |
Su futuro aún está en el aire, pero el futbolista de Split maneja varias ofertas, tanto de la liga española, como del extranjero. En los últimos días ha sonado con fuerza para el Córdoba, aunque por el momento se trata sólo de un rumor. Por ahora sólo piensa en disfrutar de sus vacaciones con su familia y desconectar del fútbol por unos días.
Bilic se despide del Sporting y de Gijón, pero ya ha avisado que no se trata de un adiós para siempre y que algún día quiere volver. «Aquí me he sentido como uno de vosotros, es mi segunda casa. Y, esté o no esté aquí, voy a venir con frecuencia a Gijón e intentaré quedarme mucho tiempo».
Se hará extraño no ver al croata dejándose la piel en cada partido o celebrando goles en El Molinón; no escuchar su particular acento croata en las ruedas de prensa; ver un nombre distinto sobre el dorsal número 9. Se te echará de menos, Mate Bilic.