26 de junio de 2011

El tiki-taka sigue reinando en Europa


La selección española se proclamó ayer Campeona del Europeo sub 21, tras vencer por dos goles a cero a Suiza, lo que reafirma el gran momento que está viviendo el fútbol español. Fiel al estilo de juego creado por Luis Aragonés, el combinado de Luis Milla ha logrado los dos grandes objetivos: la clasificación para los Juegos Olímpicos y el Campeonato de Europa.
La igualdad entre ambos conjuntos marcó el desarrollo del primer tiempo. España trataba de jugar al primer toque, elaborando las jugadas desde atrás. El combinado suizo, por su parte, mantenía las líneas adelantadas y presionaba muy de cerca a los jugadores españoles, dificultando la circulación del balón.
La primera ocasión de peligro fue para la Roja. Thiago envía un pase hacia Adrián, que se va de los defensas suizos y centra hacia el corazón del área, buscando el remate de Mata, pero el balón se pierde por la línea de fondo.
Los minutos avanzaban sin que hubiera un dominador claro. Suiza también intentaba imponer su estilo de juego, muy similar al español, pero no conseguía superar los tres cuartos de campo.
Hasta el minuto 22 de juego no llegó la primera oportunidad para Suiza y fue a balón parado. Shaqiri botó una falta a escasos metros de la frontal del área, pero su lanzamiento se marchó alto.
Poco a poco, la Roja empezaba a llegar con una cierta claridad al área de Yann Sommer, al tiempo que la presión de los suizos disminuía ligeramente, aunque su línea defensiva permanecía igual de sólida.
Shaqiri era uno de los jugadores más activos por parte de Suiza, posicionado en la banda derecha. Pero la presión española, sobre todo por parte de Javi Martínez, le impedía asociarse con sus compañeros.
El propio extremo tuvo una de las mejores oportunidades para el combinado suizo, en un disparo desde el centro del área, tras un saque de banda de Berardi, que despejó De Gea a saque de esquina. El lanzamiento de Shaqiri desde el córner le cayó a Frei, pero su disparo se fue alto.
Un saque de esquina ejecutado por Thiago, que se fue a las manos de Sommer y un lanzamiento del hijo de Mazinho, que salió rozando el palo izquierdo, avisaron a los suizos.
Cinco minutos después, Dídac Vilà recibe un envío de Juan Mata desde la banda opuesta y centra hacia el punto de penalti. Una asistencia impecable que remató en un certero cabeceo de Ander Herrera al fondo de la meta helvética.
El tanto español llegó en un momento inmejorable, al filo del descanso. Lo que impidió la reacción suiza en el primer tiempo.
En la segunda parte, Suiza trató de hacerse con la posesión como único camino hacia el área de David de Gea. Un lanzamiento de Mehmedi, que rechazó España, y un disparo flojo de Emeghara a pase del propio Mehmedi, que no supuso ningún problema para el meta español, avisaron al combinado español de que el partido seguía muy vivo.
Pierluigi Tami no veía nada claro el juego de su equipo y realizó un doble cambio, con la intención de darle frescura a su equipo. Emeghara y Frei, demasiado ausentes en el primer período, dejaron su sitio en el campo a Gavranovic y Abrashi.
Sin embargo, los cambios del seleccionador no tuvieron el efecto pretendido y embarullaron el juego suizo, lo que aprovechó España para hacerse dueña del partido.
Los jugadores de Milla se apoderaron de la posesión y comenzaron a desplegar su juego con calma, pero con un ritmo dinámico. Todo ello, sin descuidar las labores de defensa y recuperación en el mediocampo, donde Javi Martínez brillaba con luz propia.
La Roja no quería especular con el resultado y buscó el segundo tanto. Thiago lo intentó con un disparo desde la izquierda del área, que detuvo Yann Sommer. Unos minutos después Javi Martínez desaprovechaba un rechace de Suiza, tras un saque de falta de España, y enviaba el balón a la grada.
Suiza ya no era el equipo fuerte del primer tiempo; su solidez defensiva se había debilitado y apenas era capaz de mantener la posesión. España se desplazaba por el terreno de juego a placer. Sólo faltaba cerrar el partido. A punto estuvo de hacerlo Alberto Botía, pero su remate tras un saque de esquina botado por Mata se marchó muy desviado.
La entrada en el campo del mediocentro suizo Pajtim Kasami, fortaleció al combinado helvético, que en tres minutos tuvo dos ocasiones inmejorables para empatar el encuentro: un remate de Klose a saque de falta de Shaqiri, que se marchó fuera por poco y un lanzamiento de Kasami desde la frontal, que salió rozando el palo.
Pero todas las esperanzas de Suiza acabaron en el minuto 81 de juego, cuando un falta, aparentemente sin peligro, botada por Thiago, se coló en la portería de Sommer por la escuadra derecha. Un auténtico golazo con el que España ponía el punto y final al partido.
Hubo que esperar aún varios minutos hasta que el pitido final del colegiado señalara el término del encuentro, pero tanto en la grada como en el banquillo ya se escuchaba el “Campeones, Campeones”.
Una vez más, la deportividad marcó la celebración de los españoles, que le hicieron el pasillo a los árbitros y a los jugadores suizos cuando subieron a recoger sus medallas.
Después le tocó el turno a España. La reciente imagen de Iker Casillas levantando la Eurocopa en el Ernst Happel de Viena se volvió a repetir, aunque esta vez, con Javi Martínez elevando al cielo el trofeo.
La fiesta continuó sobre el terreno de juego. Los jugadores abrazaban a sus familiares y amigos, que presenciaron el triunfo del tiki- taka en la grada, se fotografiaban con la Copa y hasta hubo quien se atrevió con el baile, como Thiago y Muniain. Unos futbolistas que están llamados a ser el relevo de la selección absoluta. 



Un trofeo colectivo, acompañado de premios individuales
El reconocimiento a los jugadores españoles no terminó con la entrega del trofeo de Campeones de Europa sub 21. La Bota de Oro, que premia al máximo goleador de la competición, fue para el delantero asturiano Adrián, que anotó cinco goles. El segundo máximo goleador fue el suizo Admir Mehmedi, que se llevó la Bota de Plata y Juan Mata recibió la de Bronce.
El Balón de Oro, que reconoce al mejor futbolista del torneo también se la llevó Adrián, mientras que Thiago Alcántara fue elegido como mejor jugador de la final. 



Ficha técnica
Once de España: De Gea; Montoya, Botía, Domínguez, Dídac Vilà; Javi Martínez, Thiago, Ander Herrera; Mata, Muniain y Adrián.
Cambios: Jeffrén por Adrián (min. 79); Parejo por Muniain (min. 84) y Capel por Ander Herrera (min. 89).

Once de Suiza: Sommer; Koch, Rossini, Klose, Berardi; Lustenberger, Xhaka, Frei; Shaqiri, Emeghara y Mehmedi.
Cambios: Gavranovic por Emeghara (min. 53); Abrashi por Frei (min. 53) y Kasami por Xhaka (min. 67).  

Árbitro: Paolo Tagliavento (Italia). Muy correcto en todo momento, sin interrumpir el juego en exceso. Mostró cartulinas amarillas a Lustenberger y Berardi, por Suiza, y a Javi Martínez y De Gea, por España. 

Incidencias: Partido disputado en el NRGi Park de Århus ante 16.110 espectadores. Javi Martínez y Yann Sommer fueron los capitanes de sus respectivos equipos. El cuarteto arbitral lució brazaletes negros en memoria de Vladimir Pettay, colegiado internacional fallecido el pasado lunes. 

 

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